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¿Qué tienen en común la anorexia, los retos suicidas y el alcoholismo?



Entrevista con el Psic. César Mendoza Rosales


En los últimos años se han dado a conocer principalmente a través de los medios de comunicación diversos casos de jóvenes que participan en retos con sus pares donde ponen en riesgo su integridad física que incluso les han llevado hasta perder la vida. Paralelamente se exponen casos donde las conductas adictivas, los trastornos de la conducta alimentaria, las conductas sexuales de riesgo y las autolesiones son comportamientos cada vez más comunes entre las y los jóvenes.


Para tratar de entender estas problemáticas y descubrir si hay alguna relación entre ellas nos reunimos con el Psic. César Mendoza quién nos comparte algunos detalles destacables sobre el tema.


ENTREVISTADOR (E): Muchas gracias por su participación en esta entrevista, para iniciar nos podría compartir ¿qué puede haber detrás de los comportamientos que mencionamos en la presentación y que son manifestados en la actualidad por parte de las y los jóvenes?

PSIC. CÉSAR (C): Al contrario el gusto es mío gracias por invitarme, pues bien, te comparto que si hiciéramos una exploración psicológica de cada una de estas conductas podríamos encontrar el deseo de escapar de una situación que produce sensaciones de angustia agobiante, de estrés, de odio, de decepción, de abandono, de abusos físicos, de impotencia, de venganza o de sufrimiento emocional. Además, estas sensaciones podrían concatenarse con el esfuerzo por bloquear recuerdos perturbadores, que desencadenan sensaciones de culpa o vergüenza, que pueden venir acompañados de conductas impulsivas que no permitan un análisis reflexivo racional de la realidad. Aunque algunas de ellas pueden ser similares entre sí y otras aparentemente distintas, es posible comprenderlas y describirlas desde la perspectiva de los patrones de comportamiento autodestructivo.


El comportamiento autodestructivo


E: ¿A qué se refiere cuando habla de patrones de comportamiento autodestructivo?

C: El comportamiento autodestructivo es un fenómeno multidimensional, es decir, que involucra interacciones complejas de pensamientos, emociones y conductas a través de los cuales una persona ejerce cierto grado de violencia contra sí misma. A pesar de su complejidad es posible establecer algunas características que nos permitan definirlo y comprenderlo. El comportamiento autodestructivo podemos diferenciarlo en dos categorías: el comportamiento autodestructivo directo (CAD) y por otro lado, el comportamiento autodestructivo indirecto (CAI).


El comportamiento autodestructivo directo


E: Le agradecería que nos pueda explicar cada uno de ellos por favor.

C: Con gusto, para empezar CAD es el grado máximo de violencia y agresividad con el que una persona puede actuar contra sí misma, es lastimando su propio cuerpo hasta provocarse la muerte. El suicidio es el principal CAD, el cual no solo incluye los actos que realiza un individuo para terminar con su propia vida, sino también abarca el pensamiento suicida y los intentos suicidas.


E: ¿Es posible que podamos identificar las condicionantes o causas predisponentes del suicidio?

C: Por supuesto, algunas de ellas pueden ser: el tener en su historial algún intento de suicidio previo pues aumenta el riesgo de que se presente un suicidio consumado o un nuevo intento de suicidio no letal; el riesgo se eleva cuando se combina con el abuso y dependencia a sustancias psicoactivas, también con la presencia de trastornos depresivos u otros trastornos psiquiátricos, al acompañarse con la manifestación de rasgos de agresión o de impulsividad; por otro lado, también está vinculado con la presencia de enfermedades físicas, discapacidad, aislamiento social, problemas económicos o laborales, pérdidas familiares o rupturas de pareja y un historial de suicidio familiar.




Otra condición que no se menciona de forma clara y directa en la investigación sobre el tema del suicidio, pero que es fundamental para el diseño de programas educativos de prevención focalizada en las poblaciones más vulnerables es el hecho de que la mayor prevalencia e incidencia de suicidios consumados ocurre por parte de los varones, de acuerdo con las estadísticas locales y nacionales por parte del INEGI y la Fiscalía General del Estado de Michoacán, sabemos que ocho de cada diez personas que se suicidan son hombres.


Si tú, algún familiar o un amigo han tenido pensamientos sobre quitarse la vida y no sabes qué hacer comunícate a la Línea de la Vida 800 911 2000 las 24h los 365 días del año o bien, al 911 donde recibirás atención psicológica especializada.


El comportamiento autodestructivo indirecto


E: Ahora, en lo que se refiere al comportamiento autodestructivo indirecto ¿qué nos puede compartir para comprender mejor este fenómeno?

C: En este caso el CAI incluye una gran variedad de conductas autolesivas, que pueden evolucionar en estilos de vida, con las cuales el individuo aparentemente no busca morir, pero que en sí mismas existe el riesgo potencial de que puedan salirse de control dando por resultado la muerte del propio sujeto o bien causarle lesiones a corto o largo plazo.


Estas autolesiones pueden iniciar de forma simple y directa como golpearse la cabeza o alguna otra parte del cuerpo con las manos o contra la pared o el piso, lacerarse la piel con objetos punzocortantes o quemaduras, morderse las uñas hasta sangrar, entre otras; en la mayoría de las culturas estos son actos socialmente “inaceptables” pero que se presentan de forma deliberada y repetitiva con el fin de dañar el propio cuerpo, causando lesiones físicas leves o moderadas con el objetivo de aliviar tensiones emocionales que se presentan al tratar de afrontar situaciones difíciles pero ante las cuales no se cuenta con la capacidad para darles una solución funcional adecuada.


Como decía, estas conductas autolesivas que pudieran haber iniciado de forma simple y directa en etapas tempranas del desarrollo del individuo, con el paso de los años pueden evolucionar en comportamientos más complejos, por ejemplo: cuando adoptan estilos de vida relacionados con la realización de conductas temerarias e imprudentes (retos suicidas); al implementan hábitos alimentarios que pueden llevar a la anorexia, bulimia o a comer en exceso; cuando practican conductas sexuales de riesgo; al mantienen relaciones afectivas dependientes poco saludables; cuando realizan ejercicio físico en exceso provocándose lesiones o al trabajar en exceso descuidando a su familia y sin dedicar tiempo al descanso o la recreación; también cuando por el contrario, mantienen estilos de vida sedentarios, abandonándose a sí mismos, descuidando su aspecto físico y su higiene personal; luego aislándose física y emocionalmente de las personas con las que habían tenido vínculos afectivos positivos.




E: Todos estos comportamientos que menciona ¿son derivados de una herencia genética por nuestra condición humana o los vamos aprendiendo a lo largo de nuestra vida?

C: Se puede analizar desde distintos enfoques, en lo que se refiere a una perspectiva conductual podemos decir que los CAD y los CAI son conductas sociales aprendidas, puesto que ninguna persona nace provocándose lesiones o induciendo su propia muerte. Por el contrario, el ser humano al nacer tiene el impulso de vivir y se aferra a él por todos los medios a su alcance. Incluso, el primer acto reflejo de un recién nacido es la succión con los labios para alimentarse y nutrirse del seno materno; a partir de ese momento se van desarrollando otros actos, cuyo fin es preservar la propia vida.


E: Nos podría compartir entonces ¿cuáles podrían ser los factores sociales que pueden influir en los individuos para que aprendan estas conductas autodestructivas?

C: Puedo mencionar varios, por ejemplo: que se hayan criado en hogares donde la negligencia, la indiferencia o el maltrato físico, emocional y los abusos hayan sido frecuentes desde la infancia; que hayan estado presenten antecedentes de enfermedades mentales, alcoholismo y otras adicciones en la familia; que los padres y las madres fueran represores de la expresión emocional o por el contrario, que hayan sido muy intrusivos en la vida de sus hijas e hijos y que no les permitieran la diferenciación ni el reconocimiento de los sentimientos y el desarrollo de una identidad propia; convivir frecuentemente en su entorno con personas que tengan estilos de vida autodestructivos y que fungen como modelos de comportamiento para los más jóvenes.


E: Ha sido muy interesante escuchar estos planteamientos sobre las problemáticas que constantemente enfrentan las personas en su vida cotidiana, me gustaría que para finalizar nos pueda compartir algunas recomendaciones para prevenirlas.

C: Es fundamental reconocer que ante las diversas situaciones de la vida cotidiana que potencialmente podrían generarnos estrés o ansiedad, las personas solemos poner en marcha ciertos mecanismos de afrontamiento, los cuales se refieren a los esfuerzos cognitivos y conductuales que nos permiten reducir, minimizar, controlar o tolerar todas las demandas internas y externas que se perciben como una carga, como una amenaza o que exceden nuestras capacidades para resolverlas.


Es de gran importancia identificarlas y reconocer cómo se vinculan unas con otras para adoptar formas alternativas de afrontamiento y sobretodo de autocuidado a través de estilos de vida más funcionales y que nos provean de una mayor sensación de bienestar. De igual manera recordar que el trabajo psicoterapéutico puede ser la oportunidad para dedicar un tiempo específico en el desarrollo de estas habilidades cuando reconocemos que no contamos con ellas, cuando se encuentran debilitadas o cuando simplemente identificamos que necesitamos ayuda.


BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA

  1. Chichilla, A. (2008). La depresión y sus máscaras: aspectos terapéuticos.

  2. Cornella, J. (s.f.) Conducta Autodestructiva en el Adolescente. Suicidio, su prevención.

  3. De Zubiría, M. (2007) Mil motivos y tres causas de Suicidio Juvenil. Tesis Psicológica, (2)

  4. Fiscalía General del Estado de Michoacán (2022) Incidencia de suicidios.

  5. INEGI (2022) Estadísticas a propósito del Día Mundial para la prevención del suicidio.

  6. Taboada, E. (2009) Autolesiones. Primera Parte. Psiquiatría Forence, Sexología y Praxis, 5, (3).

  7. Villarroel, J., Jerez, S., Montenegro, M. A., Montes, C., Igor, M. & Silva, H. (2013). Conductas autolesivas no suicidas en la práctica clínica. Primera parte: conceptualización y diagnóstico. Revista Chilena de Neuropsiquiatría, 51, (1).




 
 
 

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